La principal causa de la ansiedad es un estrés prolongado e
intenso que altera nuestro sistema nervioso produciendo diversos síntomas
físicos y psíquicos unidos a preocupación e inquietud continua:
Palpitaciones, sudoración, temblor, sensación de dificultad
para respirar, sensación de ahogo, dolor o molestias en el tórax, nauseas o malestar
abdominal, inestabilidad, aturdimiento, escalofríos o sensación de calor,
entumecimiento u hormigueo, desrealización, miedo a perder el control, miedo a
morir.
Los síntomas nos llevan a evitar cualquier situación que
percibimos como peligrosa.
Los trastornos que engloban la ansiedad son:
- Trastorno de ansiedad por separación: Miedo a la separación de aquellas personas por las que se siente apego.
- Mutismo selectivo: Fracaso para hablar en situaciones sociales específicas.
- Fobia específica: Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica.
- Trastorno de ansiedad social: Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales.
- Trastorno de pánico: Ataques de pánico imprevistos recurrentes.
- Agorafobia: Miedo o ansiedad intensa a utilizar el transporte público, estar en espacios abiertos, estar en sitios cerrados, hacer cola o estar en medio de una multitud, estar fuera de casa solo.
- Trastorno de ansiedad generalizada: Ansiedad y preocupación excesiva presente durante más de 6 meses.
La terapia cognitivo-conductual es la más eficaz en estos
casos.
Las técnicas más utilizadas para los trastornos de ansiedad son: Psicoeducación, entrenamiento en respiración, relajación aplicada, reestructuración cognitiva, exposición.
"El temor agudiza los sentidos, la ansiedad los paraliza"
Kurt Goldstein, psiquiatra y neuropsicólogo.