ALUCINACIONES



Las alucinaciones son engaños perceptivos que no siempre indican la presencia de un trastorno mental. Algunas personas que tienen una experiencia alucinatoria son conscientes de que ha sido algo irreal, en cambio otros creen que están dentro de su realidad y buscan una explicación a ellas, explicación que se convierte en un delirio.

Las alucinaciones, según su modalidad sensorial, pueden ser auditivas, visuales, olfativas, gustativas, táctiles o hápticas, corporales, y cinestésicas:

-Auditivas: Son las más frecuentes. Pueden ser sonidos, pitidos, cuchicheos, murmullos, campanas, pasos, etc. Y también pueden ser más estructuradas y formadas, en este caso el individuo puede escuchar frases o conversaciones que no existen o que existen y son percibidas de otra manera. Existen otras alucinaciones auditivas que se denominan "Ecos del pensamiento" en el que el sujeto escucha su propio pensamiento expresado en voz alta a medida que lo piensa, y "Ecos de la lectura" en las que el sujeto oye la repetición en voz alta de lo que está leyendo.
Las alucinaciones auditivas pueden ser también "imperativas", en estas el sujeto escucha como le dan ordenes y no puede evitar ejecutar lo que le ordena la voz que escucha. Estas alucinaciones suelen aparecer en la depresión mayor, en psicósis exógenas y en estados orgánicos.

- Visuales:  Al igual que las auditivas pueden ser simples o complejas. Las simples se limitan a destellos, llamas, círculos luminosos, etc. En cambio las complejas son representaciones de figuras humanas, animales, criaturas fabulosas, místicas, visiones religiosas, etc. Algunas de ellas están intensamente coloreadas.
La autoscopia es una alucinación visual que consiste en verse a sí mismo como un doble en un espejo o cristal con una consistencia gelatinosa o transparente. En cambio la autoscopia negativa es el contrario, la persona no se ve a sí misma en el espejo, esto puede deberse a una lesión en el lóbulo temporal del encéfalo.

- Olfativas:  Son las menos frecuentes. Algunas consisten en que la comida huele mal y eso significa que alguien ha querido envenenarlos, o el ambiente huele a gas por lo que alguien quiere anestesiarlos; otras consisten en olerse mal a sí mismo y creer que ese olor se va a extender por toda la ciudad. Estas alucinaciones olfativas pueden ocurrir en pacientes con depresión, epilepsia, esquizofrenia o lesiones en el uncus del lóbulo temporal.

- Gustativas: Como en las anteriores, la comida sabe mal porque alguien intenta envenarnos, o pueden percibirse como que uno mismo sabe a podrido y por eso todo le sabe desagradable. Estas alucinaciones se pueden dar en sujetos con alcoholismo crónico, epilepsia del lóbulo temporal, episodios maníacos, etc.

- Táctiles o hápticas: Los pacientes se sienten tocados, pellizcados, manoseados, etc. En algunas el sujeto cree que toca objetos inexistentes o insectos. En otras el sujeto cree que algo o alguien le agarra, le toca, le quema...
Pueden ser alucinaciones térmicas en las que hay una percepción anormal de calor o frío; hídricas, en las que se cree que el cuerpo está siendo invadido por fluidos; parestesias o sensaciones de hormigueo; formicación, la sensación de que pequeños insectos reptan por debajo o por encima de la piel, estas últimas se pueden dar por abstinencia al alcohol o psicosis cocaínica.

- CorporalesSon sensaciones procedentes del propio cuerpo, como decir que las venas se le salen, se le enrollan y se le hacen una burbuja, sensaciones de estar petrificado, disecado, vacío, hueco, sentir que por dentro es de oro, de piedra, que hay partes de su cuerpo que se están deformando o reducido.

- Cinestésicas: Son percepciones de que ciertas partes del cuerpo se están moviendo cuando realmente no se mueven.  Se pueden dar en pacientes con enfermedades neurológicas, como el Parkinson, en la que antes de que existan los temblores característicos, los pacientes ya perciben que se mueven. También se pueden percibir cuando a los pacientes se les retiran tratamientos con benzodiacepinas.



Variantes de las alucinaciones:

Una variante de las alucinaciones son las pseudoalucinaciones que son alucinaciones auditivas o visuales pero que el sujeto sabe que no son reales y las califica como imágenes o experiencias producidas por su propia mente

En la alucinación funcional un estímulo desencadena la alucinación, este estímulo es percibido al mismo tiempo que la alucinación y en la misma modalidad sensorial. Por ejemplo: Oigo la voz de Dios al mismo tiempo que oigo las campanas de la iglesia.
El sonido de las campanas es real pero la alucinación se superpone a ese estímulo.

La alucinación refleja consiste en que un estímulo perteneciente a una modalidad sensorial produce una alucinación que corresponde a otra modalidad sensorial. Por ejemplo: "Cada vez que alguien estornuda siento un dolor en el corazón". "Cada vez que la profesora escribe en la pizarra, siento su escritura en mi estómago".

En la alucinación negativa el sujeto no percibe algo que existe.

La alucinación extracampina consiste en que el sujeto puede ver a alguien que está sentado detrás de él cuando está mirando de frente, o escuchar voces que vienen de una ciudad diferente de la que se encuentra.

Las alucinaciones pueden aparecer en personas con trastornos emocionales, también pueden aparecer en personas con enfermedades del sistema nervioso central y por complicaciones quirúrgicas como el "Miembro fantasma" que aparece después de una amputación en la que el paciente sigue sintiendo y percibiendo el miembro que ya no existe o el "dolor fantasma" en el que se sigue sintiendo dolor en el miembro que ha sido extirpado. La quetamina, anastésico general, también ha producido casos de alucinaciones incluso después de varias semanas desde su utilización.

Las alucinaciones son experiencias mucho más comunes de lo que la sociedad cree, terminar con el estigma y la discriminación es una tarea tanto de las personas que las experimentan como de las que nunca han tenido.

EMPODERAMIENTO EN EL TRASTORNO MENTAL





Óscar Arturo Hernández Mañas, licenciado en periodismo y escritor. Convive con su pareja e hijo desde Abril de 2014. Empezó a tener síntomas de esquizofrenia desde aproximadamente 1997 siendo diagnosticado en el año 2002 (año en que empezaron las alucinaciones). 

Óscar, ¿Qué lugar crees que ocupan las personas que padecen una enfermedad mental en la sociedad actual?
La persona que tiene una enfermedad mental sigue sufriendo del estigma que soporta la enfermedad mental. El estigma es básicamente un conjunto de prejuicios compartidos por la sociedad y reforzados por los medios de comunicación que afectan negativamente a las personas que padecen una enfermad mental impidiéndoles por ejemplo el acceso al trabajo, la formación, los estudios, la vivienda o el tratamiento precoz. Por lo tanto, el lugar que ocupan estas personas en nuestra sociedad es un papel marcado por la marginación y la exclusión. Así las políticas de salud mental se diseñan ignorándoles. Además se da la circunstancia de que este colectivo por sus propias características está poco organizado y solo muy recientemente la confederación de asociaciones de salud mental de España (feafes.org) ha comprendido la necesidad de recuperar la voz de las personas con enfermedad mental  y los ha integrado en sus órganos de funcionamiento.

¿Tiene la sanidad española los medios adecuados que necesitan este tipo de enfermos? ¿Existen pisos tutelados o centros de estancia?
Puedo contar más directamente mi experiencia en la Comunidad Valenciana donde hay una gran carencia de recursos tanto sanitarios como de rehabilitación. Además estas carencias son históricas. Desde la reforma sanitaria de mediados de los 80 a cargo del gobierno de Felipe González y la siguiente desinstitucionalización de las personas con enfermedad mental y el cierre de los antiguos manicomios, la atención recae sobre las propias familias que, aunque organizadas entorno a asociaciones, en la mayoría de los casos carecen de formación o recursos para una atención adecuada.
Para dar una idea de la situación general de la asistencia sociosanitaria en España que reciben las personas que tienen problemas de salud mental sólo hay que ver los datos comparativos con Europa. Por ejemplo, cuando la media de psicólogos en Europa es de 18 por cada 100.000 habitantes, en España se reduce a 4 cada 100.000 habitantes, cifra claramente insuficiente. En la base de esto existe un modelo médico que no se adapta a la realidad actual. Esto hace que en muchos casos los tratamientos se reduzcan a recetar psicofármacos y a tener un seguimiento de los pacientes poco adaptado a su situación real. Por ejemplo en Valencia capital, la tercera área metropolitana de España, solo existen 4 pisos tutelados y una sola unidad de media estancia esto es claramente insuficiente porque la verdadera recuperación no se da en la unidad de agudos de los hospitales donde solo se estabiliza al paciente sino que empieza en la unidad de media estancia donde el tratamiento farmacológico se compagina con psicoterapia y talleres varios. La atención a la salud mental ha de ser integral, multidisciplinar y por supuesto, comunitaria.
                                                                                                          
¿Que és el empowerment (empoderamiento) de las personas que padecen una enfermedad mental grave?
Entonces, ¿de qué hablamos cuando decimos empowerment en salud mental? A nivel individual de cada paciente significa conseguir una mayor comprensión y control sobre la vida propia a través de:
• Independencia.
• Participación en las decisiones.
• Dignidad y respeto.
• Pertenencia y contribución a una comunidad más amplia.
El proceso comienza definiendo tanto las necesidades como las ambiciones individuales de cada enfermo. Se trata de desarrollar las capacidades de estas personas y los recursos que las apoyan. De esta forma, el empowerment de estas personas busca conseguir tanto la autodeterminación y autonomía del enfermo como ejercer una mayor influencia social y política en la toma de decisiones que les afectan alcanzando un mayor control sobre los acontecimientos de su vida resultando esto en una mayor autoestima.
A nivel de la sociedad el empowerment de las personas que padecen una enfermedad mental significa:
• Apoyar el movimiento asociativo de estos y sus familiares.
• Campañas institucionales para reducir el estigma y la discriminación en la sociedad.
• Asegurar el contacto entre estas personas y los medios de comunicación para sensibilizar a los profesionales de los medios de comunicación sobre la manera de informar acerca de las personas con problemas de salud mental de una forma no estigmatizante.
• Lucha contra el estigma en el lugar de estudio o trabajo.
• Abordar el problema de la vivienda y otras consecuencias negativas de la exclusión social.
• Formación de actores relevantes en el día a día como policías, profesores o funcionarios en los rasgos culturales de las personas que tienen una enfermedad mental.
El empowerment supone a niveles prácticos asuntos tales como respetar el derecho a rechazar cualquier tratamiento, o, en caso contrario, a planificarlo y elegir entre varias opciones, lo que también supone a efectos prácticos que puedan contar con toda la información necesaria para la toma de decisiones.

¿Crees que se están respetando los derechos de todas las personas que padecen tu enfermedad o similares?
La convención sobre los derechos de las personas con discapacidad entró en vigor el 3 de mayo del 2008, esta convención ha sido integrada en nuestro cuerpo legislativo, pero pasará tiempo antes de que sea interiorizada por partidos políticos en sus programas y diseños de políticas sociales. No obstante existen fiscalías de la discapacidad que velan por los derechos de las personas con enfermedad mental. Sin embargo, la labor tuteladora de las administraciones es mejorable.
Además la sociedad en general está muy lejos de haber interiorizado estos derechos, así el acceso a los estudios, la formación, el trabajo o el ocio de calidad continúa teniendo trabas importantes para las personas que tienen una enfermedad mental.

¿Cómo puede influir la tecnología en la sanación de estos enfermos?
El empowerment de las personas que tienen una enfermedad mental grave también puede y debe darse a través de las nuevas tecnologías. El uso adecuado de todas las herramientas disponibles a través de la Red como pueden ser blogs, foros, plataformas y redes sociales debe servir para que estas personas difundan su propio mensaje que contempla no solo sus propias opiniones sobre todas las facetas de su vida diaria tales como el ocio, las relaciones sociales o el trabajo sino también sus actos creativos ya sean composiciones escritas o programas radiofónicos difundidos en formato de Podcast.
Además el acceso a todas las herramientas de comunicación debe posibilitar un intercambio de ideas y experiencias que profundice en el sentimiento de pertenencia a un grupo con unas necesidades concretas y una problemática también concreta. En este sentido mi blog se constituye en una plataforma o punto de encuentro donde los familiares pueden comprender mejor a su allegado enfermo, donde los propios pacientes se sientes comprendidos y donde el público en general puede comprender mejor esta enfermedad. Empowerment, capacitación o empoderamiento supone entonces devolver la voz a quienes les fue arrebatada.

¿Qué les dirías a todas las personas que están pasando por este trance y a sus familiares?
Es cierto que los familiares afrontan la atención de sus familiares en circunstancias de poco o ningún apoyo institucional, de escasa formación sobre la enfermedad y en algunos casos sin los recursos necesarios para que esta atención sea exitosa.
Sin embargo, a los familiares les corresponde otro rol tan importante como la atención al enfermo, este papel es la de organizarse a través del movimiento asociativo para demandar los recursos públicos necesarios e influir en las políticas de salud mental.
Tengo mis propias estrategias de afrontamiento de la enfermedad, una de ellas es mi voluntariado en una asociación por la salud integral de las personas que tienen una enfermedad mental, otra mi blog que cumple un claro objetivo terapéutico.
No tengo ninguna varita mágica; pero creo que cada persona debe encontrar su propias estrategias de afrontamiento de la enfermedad.

Una reflexión…
Sobre todo, tanto a familiares como a las personas que padecen una enfermedad mental les diría que la mejor estrategia para afrontarla y acabar con el estigma es salir del armario, ganar visibilidad, participar en los medios de comunicación.
Sin duda alguna, la mejor estrategia es perder el miedo y salir del armario.


Para más información sobre la esquizofrenia podéis adquirir su libro Cuaderno de un esquizofrénico a la venta en Amazon en el que dejó plasmadas todas sus experiencias personales con este trastorno, sensaciones autorreferenciales (alucinaciones), estados de ánimo, medicación y una vida llena de humanidad.

Otros libros de Óscar A. Hernández Mañas:
 Nueve cuentos viajeros por Óscar Hernández Mañas



Cualquier persona que sufra un trastorno mental tiene derecho a tomar decisiones por sí mismo, a requerir un ingreso si es necesario, a un tratamiento psiquiátrico y psicológico coordinado, a recibir ayudas y estrategias para que su vida sea lo más normal posible, tiene derecho a tener una pareja, hijos, trabajo. Tiene derecho a no ser recluido, a no ser tratado como "el enfermo mental" sino a ser tratado como una persona que en ocasiones pasa por sensaciones traumáticas que superan la lógica de la vida.